Escrito por: Eva C.

“SE ACABÓ” quedará inscrito para siempre en nuestras banderas. Nosotras, y nuestros compañeros, somos conscientes de que la situación de los barrios obreros está conectada con el propósito de nuestra clase de enviar al basurero de la historia un sistema que sólo provoca sufrimiento e injusticias al conjunto de la Humanidad.

El 20 de agosto millones de personas en todo el mundo pudimos disfrutar de un hito histórico para la Selección Femenina de Fútbol del país que culminó con tan merecido triunfo. Sin embargo, esta alegría fue arrastrada por el fango por el lamentable y continuado espectáculo que ofreció el Presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, cuyas imágenes han trascendido a todos los niveles tanto nacional como internacionalmente y que, tras sus declaraciones posteriores ante la Asamblea General Extraordinaria de la Federación negándose incluso a presentar su dimisión, han llevado a su cese e inhabilitación temporal por parte de la FIFA.

El personaje en acción

¿Qué cabría esperar de este individuo? Basta con consultar su hemeroteca en internet, trufada de investigaciones por corrupción, acoso e incluso orgías que nos muestra una foto fija del tipo de troglodita que está al frente de esta estructura que amasa cientos de miles de millones de beneficios al año y en la que las mujeres, hasta hace poco años, han tenido una visibilidad y reconocimiento prácticamente nulos (pincha aqui para ver artículo en elcorreo.com)

Somos millones

Alexia Putellas y Jennifer Hermoso

El mensaje “Se acabó” de Alexia Putellas, considerada la mejor jugadora de fútbol del mundo, es claro. Durante años, las mujeres que han dedicado su vida profesional sacrificando hasta su propia vida personal en este tipo de deportes de élite, han tenido que soportar los abusos de poder bajo condiciones de precariedad laboral, que contrastan con las mejores y estratosféricas condiciones de sus homólogos masculinos. Cabe destacar que el salario que cobran estas jugadoras es de 16.000 €/año, según convenio, frente a los 180.000 €/año de sueldo mínimo que cobran los hombres. A esto hay que añadir la falta de recursos en medios técnicos, de entrenamiento, de transporte, etc que hizo que en 2022 comenzaran a alzar su voz y a exigir la negociación del convenio colectivo para 2023 incluyendo mejoras sustanciales que las equiparen a las de los hombres. (noticia en huffingtonpost.es)

Esta lucha llevó a 15 destacadas jugadoras a rechazar su participación en el mundial con la selección española. 

“SE ACABÓ” es más que la condena al beso repugnante y abusivo de un autoritario machista haciendo prevalecer su posición dominante y exhibiendo ante millones de personas una especie de derecho de pernada. 

Las mujeres de Barrios Hartos nos sentimos identificadas con las jugadoras pues en nuestro día a día también padecemos de este tipo de actitudes, más o menos sutiles, pero en ocasiones también extremas, en nuestros puestos de trabajo. Está normalizado que nos releguen a las posiciones y condiciones más precarias mientras nos obligan a desarrollar nuestras funciones con igual o mayor diligencia que nuestros compañeros. Situaciones que padecemos y que soportamos continuamente por miedo a perder el trabajo, a sufrir coacciones y amenazas. De esto va la brecha de género que, además, es funcional para los intereses de los modernos esclavistas. 

La opresión de la mujer como estrategia de división de nuestra clase

Una lucha imprescindible

La división de la fuerza de trabajo a través de las diferentes condiciones impuestas ayuda a los capitalistas a mantener bajos los salarios de ambos sexos y a mermar nuestra capacidad de lucha como clase obrera. Además con ella propician a su vez un enfrentamiento en términos de género en el seno de nuestra clase, al igual que l

o hacen con aspectos raciales o de procedencia. Todo ayuda a mantener el orden social sobre el que se sustentan las enormes ganancias empresariales. En la base de esta pirámide nos encontramos nosotras las mujeres de las familias trabajadoras, doblemente oprimidas. En pleno siglo XXI, las mujeres seguimos soportando las actitudes misóginas de machirulos que intentan quitar importancia a un tipo de opresión que lleva décadas insertada en todas las esferas sociales. 

Es por esto que nos alegra ver a compañeros, hombres plenamente conscientes de la injusta situación, mostrar su sensibilidad y solidaridad con la realidad a la que nos referimos, de la cual el “asunto Rubiales» es solo un mínimo reflejo, y por ello nada anecdótico, a pesar de que este sujeto hable de “piquito”.

Rubiales, símbolo de la podredumbre

Exigimos la inmediata destitución de Rubiales, Vidal y todo el órgano directivo y nos sumaremos y haremos nuestra cualquier convocatoria a nivel estatal que se realice.

Sólo una sociedad libre de explotación barriendo las diferencias de clase eliminará la desigualdad existente a todos los niveles entre hombres y mujeres y nos llevará a la verdadera libertad.

Mientras llega ese gran momento, nuestro deber es aumentar nuestro grado de organización y resistencia. Llegará la hora en que lo esencial para derribar este injusto sistema vendrá dado por nuestra capacidad para reemplazar toda la injusticia que vemos a nuestro alrededor por un sistema en el que rija el lema “ de cada cual según su capacidad y a cada cual según su necesidad”

Este es el verdadero sentido de nuestra lucha en defensa de nuestras condiciones de vida, en la que hombres y mujeres vamos de la mano en unidad.

¡Organízate y lucha!

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