El franquiciado y también gerente del mirador de las Setas, Antonio Alfaro de Prado suma un nuevo «mérito empresarial» a su larga carrera como explotador.

¡Por la readmisión inmediata del compañero Alex!

En la Sevilla del turismo y la postal se despide a camareros simplemente por promover la organización de los trabajadores para defenderse de los continuos abusos. Es el caso de La Sureña de las Setas, donde nuestro vecino y compañero de Barrios Hartos ha sido lanzado a la cola del paro por reivindicar cuestiones tan simples como que se respete el convenio colectivo, que no es particularmente de los más lustrosos. A D. Antonio Alfaro de Prado Sagrera, dueño de los locales de Las Setas y Puerta Jerez (además de gerente del mirador del Edificio Metropol), todo esto le parece un exceso intolerable. ¡Cómo! ¿Derechos sindicales en sus restaurantes?. 

Los trabajadores son obligados a trabajar, como es “tradición” en el sector, hasta la hora del cierre sin pagar la nocturnidad, mientras que los festivos se echan sin abonar diferencia alguna respecto a días ordinarios. Aquí lo normal es considerar el abuso como regla.

El ancho del embudo está de lado de los explotadores, quienes siguen amasando fortunas y acumulando capital a costa de las espaldas, músculos y nervios de quienes son considerados como un mero instrumento a explotar para lograr sus objetivos. Los patrones de estas empresas llegan a considerar el pago de salarios y derechos legales como un coste “extra”, cuando en realidad es la única fuente de creación de riqueza. ¿Qué sería de los locales y toda la fortuna de los dueños de La Sureña sin los trabajadores a los que maltrata sistemáticamente con remuneraciones de miseria? ¿Cómo iban a alcanzar la cifra de 284 millones en ventas en 2022 (24% de incremento)? Precisamente esta es la pregunta que el gerente trata de evitar mediante las represalias. 

En esto se cimenta el verdadero secreto del crecimiento de empresas “modelo” como el Grupo Restalia, con  Fernández-Capitán a la cabeza de un puñado de explotadores colaboradores franquiciados, como el Sr. Alfaro de Prado. A base de triturar derechos es como se erigen sus planes de expansión, que, con marcas como 100 Montaditos, La Sureña y Pepe Taco entre otras, ya están presentes en más de 9 países. Claro está que este éxito viene acompañado de algunas manos inestimables, siempre dispuestas a “ayudar” y a participar del botín acumulado mediante el impago de derechos. Aquí es donde la esencia de la estructura económica del capitalismo sevillano (y andaluz y español en realidad) destaca por sí misma. La dirección general obra en manos de D. Enrique Lasso de la Vega, hijo de los marqueses de las Torres de la Presa. Este señor fue nombrado por la ex-vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, director general de Relaciones con las Comunidades Autónomas y Entidades Locales. 

No sabemos cuánto sabe este “fichaje” de hostelería, pero lo que sí sabemos es que tiene muy clara la receta para seguir expandiendo su negocio y desde luego también queda claro que tiene mano en las administraciones del Estado. 

Ponemos todo esto de relieve porque este es el día a día de los negocios “modélicos”, particularmente en la hostelería donde los grandes dueños todo lo que aportan es la maestría de saber bien cómo apropiarse de lo que no es suyo, para lo que buscan aliados estratégicos como el citado Grande de España.

Mientras la codicia infinita los lleva a acumular más y más dinero en sus manos, lo cotidiano para los trabajadores es ver pisoteados los derechos recogidos en los convenios colectivos (sin ropa de trabajo, sin horas extras remuneradas según convenio, sin festivos y prácticamente sin horario). En el caso de la Sureña de Puerta Jerez y las Setas, los compañeros represaliados denuncian que su hora normal la cobran a 8,35 € y la extra a 7,50 € sin que se declaren en la nómina. 

Esta situación es la que llevó a un grupo de compañeros, con Alex a la cabeza (despedido con propósito de escarmiento), a crear un núcleo sindical de CGT en los centros de trabajo de Puerta Jerez y Las Setas. Desde Barrios Hartos nos solidarizamos con el compañero despedido, exigimos su readmisión y que se respete, a pesar de los deseos derechistas de personajes como el Sr. Lasso de la Vega y de empresarios como el Sr. Alfaro de Prado, las libertades sindicales que tantas luchas ha costado al movimiento obrero conquistar.

¡Basta ya de que la inspección de trabajo haga la vista gorda ante los abusos sistemáticos en la hostelería que son de conocimiento público! Sólo la lucha organizada puede combatir el papel del Estado en el mantenimiento del status quo, de lo que somos víctimas los trabajadores en nuestros puestos como en nuestros barrios.

Desde los barrios obreros de Sevilla destacamos la valentía y el arrojo de todos aquellos luchadores como Alex que no se resignan ni bajan la cabeza. Llamamos a participar en la concentración frente de la cervecería La Sureña de las Setas, mañana 1 de febrero de 13:30 a 14.30.

¡NI UN PASO ATRÁS!

¡READMISIÓN INMEDIATA!

BASTA DE PERSECUCIÓN SINDICAL Y MALTRATO A LA CLASE TRABAJADORA

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