CONVOCATORIA DE REPULSA: MARTES-22 A LAS 12
FRENTE AL RECTORADO
La deriva represiva de las instituciones del Estado, incluyendo lamentablemente la Universidad, evoca a los peores tiempos de los regímenes dictatoriales. Nos quieren acostumbrar a que, con sus leyes en la mano, cualquier acto de protesta, reivindicación o denuncia, sea objeto de persecuciones, señalamientos y, como en este caso, de privación de derechos fundamentales.
Para cualquiera que leyera superficialmente, podría pensar que se trata de dos individuos que han cometido algún tipo de atentado grave. Sin embargo, hablamos de un acto de denuncia de un caso en el que hay involucrado un profesor acosador, probado por un tribunal, y que la Universidad mantiene en nómina. El Rectorado, en lugar de tomar medidas urgentes ante la violencia machista, la emprende contra quienes luchan por una universidad libre de este tipo de lacras. Las víctimas de tales medidas se enfrentan a la cancelación parcial de su matrícula o expulsión durante 6 meses, lo cual -en cualquier caso- conlleva la ruina de su curso académico y un impacto grave en su proceso de formación.
Las razones que esgrime el Rector son tan inverosímiles que su motivación oficial es un supuesto atentado contra el honor de un profesor, lo cual pone precisamente en peligro la propia honorabilidad de la institución que él representa.
Desde Barrios Hartos nos oponemos a cualquier medida «disciplinaria» contra dos estudiantes (que además proceden de nuestros barrios y son miembros de nuestra organización). Su único delito es luchar por cambiar este modelo de sociedad que normaliza las agresiones machistas, las guerras y todo tipo de injusticias.
El Rectorado de la Universidad de Sevilla ya dio muestras hace unos meses de su posición reaccionaria al mandar a la policía a desalojar violentamente un encierro pacífico en solidaridad con el pueblo palestino, causando incluso graves daños físicos a un estudiante.
Este nuevo episodio es la continuación de aquellos hechos, por los que se pretende imponer una disciplina a base del ordeno y mando en un lugar donde el pensamiento crítico, la denuncia social y el espíritu de transformación deberían presidir.
Con los estudiantes que pretenden represaliar y con su organización estudiantil, el Sindicato de Estudiantes, exigimos que se retiren todos los supuestos cargos, verdadera excusa para amparar las peores conductas que se pueden esperar de alguien con responsabilidades educativas.
Abajo el machismo enquistado en las instituciones.
Abajo el ordeno y mando en la Universidad.
POR LA RETIRADA DE LOS EXPEDIENTES DE EXPULSIÓN