Desde Barrios Hartos venimos denunciando que los centros escolares situados en los barrios obreros se ven sumidos en la precariedad y falta de medios, en la impotencia ante los problemas sociales inabarcables con los que carga su alumnado. Teóricamente la enseñanza pública, del estado, gratuita, pagada con nuestros impuestos, debería ser un elemento de igualación. Pero el carácter clasista de esta sociedad se infiltra y permea todo en esta sociedad, incluso las instituciones supuestamente “neutrales”. Los colegios e institutos públicos de los barrios ricos suelen tener recursos incluso en exceso, mientras que sus contrapartidas en los barrios obreros se debaten con la necesidad. Todos son públicos, pero todavía hay clases.

Ante esta situación, agravada por el intento de la administración de quitar uno de los tres grupos de primero de la ESO y amontonar al alumnado en los otros dos, abarrotados hasta el máximo legal, el profesorado del centro decidió hacer pública una nota de protesta. La agencia EFE se ha hecho eco (ver aquí) , lo que le ha dado gran repercusión. El resultado ha sido que la Delegación ha dado un paso atrás y ha devuelto el grupo desaparecido.

Naturalmente, como suele suceder, la concesión que hace la Delegación Territorial, resultado de la presión de la movilización, tiene el objetivo de convertirse en su contrario. Mientras difunden la mentira de que esto estaba discutido desde el día 4 de septiembre (curioso. Y no lo hacen público hasta el 18), probablemente se calculan que, al haber creado un grupo nuevo, se pueda ir rellenando, como han intentado muchas veces, con alumnado rechazado de centros del resto de Sevilla y la provincia. Porque por lo que se ve, cuando un alumno tiene problemas no hay otra que mandarlo a donde ya sobran. Estaremos atentos para impedirlo.

Barrios Hartos defiende la enseñanza pública. Especialmente defiende que se dote de recursos humanos y financieros suficientes a los centros situados en barrios obreros, con problemas sociales que se convierten en una carga que vuelve a la enseñanza no en una vía de desarrollo de la ciudadanía y de inserción laboral y social, sino en un aparcamiento de jóvenes, para que no estén en las calles, y ni eso. Por eso, los afiliados de Barrios Hartos en el IES Diamantino hemos formado parte, junto con los sindicatos CGT y USTEA, del grupo que ha impulsado la protesta pública.

AC

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