Que un bien esencial para vivir esté en manos de un monopolio privado es una amenaza social.
Los únicos criterios que rigen la actividad es el beneficio capitalista. Esto significa que las zonas menos rentables están condenadas de antemano por ellos a la degradación y a una vida sin derechos básicos.
Sus objetivos son alcanzados año tras año en forma de miles de millones de euros, mientras abandonan las infraestructura de las zonas obreras a la vez que sobreexplotan a sus propios trabajadores a través de la precarización continua y la pérdida de derechos.
Las consecuencias están a la vista incluso al inicio del verano: la extensión del problema.
Para Barrios Hartos es urgente, como en caso de catástrofe, que el Gobierno central actúe. Las obras necesarias deben comenzar inmediatamente, y si jurídicamente esto entraña la intervención de la empresa, que se haga. No obstante, como se ha repetido, para Barrios Hartos la solución total pasa por que la empresa deje de ser privada, mediante su renacionalización bajo control obrero.
La Junta de Andalucía ya ha dejado claro que hace suyos los argumentos de la empresa, de quien se erige en portavoz. El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, también ha tratado de establecer diferencias entre los distintos barrios afectados, en función de no se sabe qué criterios, porque en todos los barrios donde esto ocurre viven familias obreras.
No obstante, ya ha quedado claro el enfoque del problema que tiene el Sr. Sanz. Para él hay barrios donde los cortes sí son un problema y otros «barrios como esos» donde se da por hecho y por sentado que son asumibles….
Pues todos los representantes del PP deben saber que los barrios obreros estamos dispuestos a luchar por nuestros derechos frente a la multinacional Endesa y frente a la labor de protectores del gran capital de los aparatos estatales y gubernamentales.
Somos clase obrera, no somos mercancías.
Correo de contacto: coordinadora@barrioshartos.org
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