Desde Barrios Hartos volvemos a denunciar la situación recurrente en relación a los fallos eléctricos en los barrios obreros más alejados del interés político del Gobierno local. El próximo 20 de junio estaremos ante las puertas del consistorio, el mismo día en que se reúne el pleno, para manifestar y exponer públicamente las mentiras y la complicidad institucional con la multinacional que, por razones de interés privado basado en la acumulación de beneficios, se niega a la urgente necesidad de renovación de las infraestructuras eléctricas.
De nuevo nos encontramos a las puertas de un abrasador verano con infraestructuras que llevan décadas sin renovación, personas mayores serán expuestas a lipotimias, inseguras en sus propias viviendas, muchas con aparatos eléctricos médicos, familias teniendo que tirar todo el contenido de sus frigoríficos. Los apagones no perdonan y en verano en Sevilla, la comida sin frío, se pudre rápido. Muchos negocios de nuestros barrios tendrán incluso que cerrar debido a esta situación, a la espera de que pasen los meses de mayor demanda energética. Esto significa una condena injusta a mayores, enfermos y niños por igual a malvivir como si nuestros derechos quedaran relegados a la literalidad de alguna normativa administrativa.
Que esto siga sucediendo sin que sea algo prioritario para los responsables políticos demuestra su poco civismo y nula empatía. Endesa, escudándose tras una auditoría-pantalla, preparada y retrasada por la Junta de Andalucia, sigue negándose a las actuaciones de fondo que Barrios Hartos lleva años reclamando. Para Barrios Hartos esta complicidad es una muestra de la inmoralidad de quienes se encuentran al frente de los organismos que supuestamente deben velar por los derechos básicos, como es el acceso a la energía.
Si los trabajadores de los barrios obreros de Sevilla también pagamos nuestros impuestos, ninguna razón puede justificar la discrimación institucional a la que se somete a miles de familias, bajo excusas de distintas índoles que nada tienen que ver con la aplastante mayoría afectada. Vivir achicharrados y a oscuras en una ciudad que se ufana de su modernidad se vuelve un insulto a la dignidad y a la inteligencia, a lo que se suma la desfachatez por agravio comparativo. La decisión de que no falte luz en la Feria durante 7 días, anunciando inversiones de 3 millones de euros, es un reflejo de lo que afirmamos desde nuestras denuncias. Poco más de la décima parte es lo que se invirtió en 10 zonas de Sevilla con problemas energéticos durante 2023, según datos aportados por la propia Endesa en la reunión de la Mesa de seguimiento del pasado diciembre, 419.000 € durante 2023. La mitad de lo que el Ayuntamiento ha gastado en reemplazar el alumbrado público (que también falla en nuestros barrios para mayor inseguridad vial) de la calle Sierpes y alrededores instalando unos modelos “Fernandinos” de farolas.
El pasotismo del Equipo de Gobierno queda patente con su nulo interés por convocar siquiera esta mesa de seguimiento, que no se reúne desde hace más de 6 meses, mientras que en la primera sesión de septiembre se nos aseguró que para controlar la evolución del asunto las convocatorias se harían cada 20 o 25 días. En aquella reunión denunciamos la falta de un plan de contingencia para afrontar la nueva crisis que se repetiría en la época de mayor frío. Lamentablemente los días más duros del invierno, incluyendo las vacaciones de nuestros menores durante las Navidades, se tuvieron que pasar como si estuviéramos viviendo hace más de un siglo: con mantas y velas.
Exactamente lo mismo ocurre en estos días en los que se acercan los días más duros del período estival. De nada han servido las escasas chapuzas que se han puesto en marcha (durante la propia auditoría, todo sea dicho), parcheando en algunas zonas empalmes, sin que se haya movido cableado ni renovado transformadores. Como tampoco de nada sirvió que el equipo de Gobierno anterior cediera gratuitamente terrenos públicos a la multinacional para que instalara nuevas infraestructuras. Este regalo nunca fue fiscalizado ni seguido, y a día de hoy ni Gobierno ni oposición aportan datos claros de qué se instaló y qué no. Pero lo cierto es que quienes vivimos en las zonas afectadas sabemos que de los 12 transformadores prometidos en 2022, se pusieron en marcha 5.
No aguantamos ni esperamos más a que el ayuntamiento muestre su libreto pactado con Endesa, no damos tregua a la lucha por los derechos y la dignidad.
El Equipo de Gobierno no sólo tiene problemas de apoyo en el pleno, habiendo perdido la moción de confianza planteada, sino que también está enfrentado a los intereses de la mayoría social de la ciudad compuesta por las familias trabajadoras. Desde Barrios Hartos nos volvemos a solidarizar, porque somos parte de los afectados, con las trabajadoras del Servicio de Atención Domiciliaria y con los peones contratados del Ayuntamiento. La reflexión que trasladamos a la sociedad es que estamos siendo víctimas de una política abiertamente pro-negocios privados en contra de los derechos y los servicios públicos. Para el Sr. Sanz, emulando a su colega de partido el Presidente Moreno Bonilla, los derechos están relegados a la insignificancia en pos de los intereses privados de un puñado de empresas, ya sean Endesa, Quirón, MEDAC (la fp privada) o el Hotel Alfonso XIII.
Por todo ello, hacemos un llamamiento a acudir el próximo 20 de junio a las puertas del Ayuntamiento a las 10.30h, donde estaremos junto a otros sectores en lucha por la dignidad de la clase trabajadora y nuestros barrios.
Volveremos a insistir a los partidos que están presentes en el Gobierno Central que es hora de que desde estas instancias se tomen cartas en el asunto, y que sólo se aportará una solución definitiva a estos problemas que se sufren en muchos pueblos y ciudades de Andalucía, al igual que en otros puntos del Estado, cuando la energía vuelva a estar en manos públicas, mediante la nacionalización completa del sector y su control y fiscalización por parte de los trabajadores y usuarios. Para Barrios Hartos cualquier declaración que desvíe la atención de esta necesidad, es un mero ejercicio de cinismo e hipocresía, razón por la que rechazamos cualquier muestra vacua de apoyo y “solidaridad” como la que suelen realizar los grupos de la derecha. Pero también nos dirigimos al Gobierno Central para decirle que su inacción, trufada de palabras empáticas, es otra forma de complicidad.