Barrios Hartos denuncia el intento de la ultraderecha de promover disturbios racistas

Desde la organización vecinal de los barrios obreros se llama a un frente común de acción de todas las organizaciones y comunidades para pararles los pies, convocando a una acción antifascista para formar piquetes informativos en nuestros barrios, repartido hojas y pegando carteles. La convocatoria figura aquí (sigue leyendo más abajo):

Las bandas de ultraderechistas están mostrando su cara más desgraciada y miserable. Armados de un discurso basado en la mentira y el desprecio a la vida humana dicen que van a limpiar España. Estos lúmpenes, aglutinados con niños de papá que no han dado un palo al agua en su vida, no pueden ocultar que la verdadera escoria antisocial son ellos.

Ellos, que están organizando y promoviendo cacerías contra los inmigrantes (pogromos en el lenguaje clásico), no engañan a nadie, pero sí crean una peligrosa atmósfera que tiene que ser combatida. Si fuera verdad el bulo de las “paguitas” (¡precisamente ellos hablan de eso!), ¿por qué vemos en nuestros barrios furgonetas por las mañanas cargadas de inmigrantes que van a los campos por 1 euro la caja? Nunca se habla de que los policías que vemos en algunos vídeos, en compadreo con ellos, viven de la riqueza que sólo podemos crear los trabajadores, incluyendo el sector más despiadadamente explotado. ¿Qué valor se crea con una porra? ¿Qué mérito tiene salir en bandadas como hienas que huelen sangre y amparados por sus colegas de uniforme? Sin embargo, todos ellos comen y viven del trabajo ajeno.

Las imágenes que hemos visto en las últimas semanas en Torre Pacheco no dejan lugar a dudas: lo que quieren estas hordas de asalvajados son esclavos y buscan disciplinarlos a través de las falsificaciones y de la generalización.

Estos trabajadores migrantes vienen huyendo de la miseria y las guerras que nuestros países llamados avanzados han creado en sus países. Toda la grandeza que vemos en el mundo “desarrollado” está basada en el desprecio más absoluto a la vida, como si portar otra piel o rasgos distintos inhibiera cualquier sentimiento de humanidad. 

Son países arrasados por enfermedades con cura, por el hambre crónica y la destrucción masiva. Su camino no es un camino de huida sino en la mayoría de los casos la de una búsqueda heroica por mandar a su tierra algo para mantener a sus familias. Llegar a Europa es un camino minado en el que sólo les espera en destino: la explotación más salvaje, donde las jornadas no tienen límite y en muchos casos, como en Huelva, Almería o Murcia, su hogar es un cacho de plástico cerca de la finca donde trabajan hasta la extenuación o casuchas donde los “alojan” amontonados. En el mejor de los casos les espera los repartos a domicilio sin derechos, la construcción a destajo, la limpieza de hogares y cocinas en el infraempleo. Así se les trata y todo el mundo lo sabe..

En muchos domicilios de estos bandidos que salen con palos, quienes limpian son mujeres inmigrantes con los derechos desposeídos porque quienes las emplean se aprovechan de su situación. La mentira de que vienen a quitar los trabajos tampoco puede ocultar que quien quita los trabajos son los explotadores que  quieren indocumentados para no respetar la legalidad y los derechos conquistados a través de años de lucha de clases. Estos ladrones de guante blanco son los más interesados en las cacerías, pues saben que el clima de terror que así consiguen es la base para poder apretar más todavía. La gran mentira es que quieran echarlos; quieren que se queden con menos recursos todavía hasta hacerlos descender a la más pura esclavitud y situación de apartheid.

Incluso los explotadores que no los emplean, se aprovechan de esta situación. La razón es simple: a medida que se generaliza la miseria, más pueden apretar al conjunto de los trabajadores. Por lo tanto, decir que los inmigrantes son los que bajan los salarios es una mentira como un templo. Los listos que salen a pegar palizas nunca han sido vistos luchando contra ningún patrón, entre otras cosas porque no aspiran a ser empleados por ellos, sino a seguir sirviéndoles como perros de presa.  

El secreto del dominio de la burguesía y sus esbirros está en mantener divididos a los que producen la riqueza. El racismo no es un error: es un arma intencionada que amenaza a la clase obrera mundial.

Quienes luchamos desde los barrios obreros tenemos vecinos de todas las procedencias y sabemos que quien tiene un empleo, por precario que sea, habitualmente no vive buscando problemas ni los crea. Son vecinos mayoritariamente sociables y respetuosos, ni más ni menos que en la misma proporción que los nativos de aquí. También es mentira que haya ningún choque cultural. En los barrios cada cual vive como puede, y nadie va a meterse con nadie que no cree problemas, al contrario. La delincuencia que vemos a nuestro alrededor no tiene nada que ver ni con la piel ni con que se venga de otro país. Tiene que ver con un sistema que genera pobreza y miseria cada día y un horizonte cada vez más cerrado para las nuevas generaciones. Salarios bajos, jornadas indefinidas, vidas hipotecadas, vivienda inaccesible (incluso las llamadas “protegidas”, que se sitúan en niveles imposibles, ni para el alquiler ni para compra), en un contexto generalizado de recortes en todas las conquistas sociales y más gastos en armamento.

En Sevilla vemos que ciertos grupos de “españoles” están intentando promover la situación que vemos en Torre Pacheco. Han empezado yendo a la Macarena, donde hay una gran concentración de inmigrantes, formando parte del ejército industrial de resera, a la espera de un trabajo que le permita algún ingreso, por mínimo que sea. Lo que no saben es que esta tierra, de emigración masiva hace no tanto tiempo y aún hoy, sabe lo que es el sufrimiento que esta gente trata de agrandar. No vamos a permitir que unos energúmenos vengan a crear más caos del que genera el propio sistema. Sabemos quiénes son nuestros enemigos. Sabemos que el gran capital se apoya en otro ejército de pequeños explotadores que actúan como sus secuaces oportunistas. A menudo son los que portan las banderas de España en las muñecas, mientras estafan al país esquivando el pago de seguridad social y lo que marcan los convenios. 

A este ejército de chupópteros se les une una tropa política que los alienta abiertamente desde las bancadas parlamentarias, no menos saqueadores de lo común. Ellos odian tanto a los inmigrantes como sed tienen de su sangre de la que se alimentan. Son los mismos que aplauden la persecución y el encarcelamiento de sindicalistas y activistas juveniles que estamos viendo.

La clase trabajadora y la juventud en los barrios obreros estamos en alerta. No buscamos parches que perpetúen la miseria. Queremos acabar con el sistema que convierte nuestras vidas en mercancía y nuestros barrios en campos de batalla. El capitalismo es el origen de toda la barbarie que vemos crecer día a día. Desde Barrios Hartos condenamos las posiciones políticas que simulan una posición progresista, al decir que no sobran inmigrantes porque si no quién iba a hacer los peores trabajos. Condenamos este enfoque por da por hecho que un sector de la clase trabajadora tiene que asumir una situación intolerable desde el punto de vista de los intereses generales de la misma. Lo condenamos venga de la derecha o de quien se reivindica realista de izquierdas. El realismo es partir de la verdad para la llegar a transformarla: la clase obrera es más fuerte cuando se une y lucha por mejorar la posición de todos los sectores que la conforman, con independencia de su procedencia, religión o costumbres. La permisividad de un gobierno, se llame como se llame, con la explotación más salvaje que sufren mayoritariamente nuestros hermanos migrantes de clase, es la base para normalizar y generalizar la brutalidad que acaba minando las condiciones de vida del conjunto de los trabajadores.

En varias ocasiones hemos respondido en las calles a intentos de los sectores ultraderechistas de penetrar en nuestros barrios. No somos como ellos, no nos organizamos en bandas, respondemos desde la unidad de los barrios obreros, y este muro de titanio es el que seguiremos levantando, llamando a la unidad de acción, en un frente único, a todas las fuerzas progresistas, sindicales, revolucionarias y de comunidades de inmigrantes que muestren el coraje de poner a estos engendros antisociales y desclasados fuera de la circulación.

Barrios Hartos lucha contra todo tipo de opresión, sabiendo que todas son funcionales al mantenimiento de un sistema que se basa en la explotación masiva de la clase trabajadora. La división de los explotados es el arma más eficaz para proteger la posición de la clase dominante, es su principal instrumento para que nadie mire hacia arriba.

La base social social de nuestros barrios, compuesta en buena proporción por trabajadores venidos de otros lugares, rechaza frontalmente todo intento de sembrar más violencia en nuestras calles, y da la bienvenida a todos los inmigrantes, llamándoles a incorporarse a la lucha colectiva por los derechos de la clase trabajadora y la juventud.

¡ NO ES INSEGURIDAD, ES UNA CAMPAÑA DE ODIO DE LA ULTRADERECHA !

¡ EL RACISMO ES UN INSTRUMENTO DE LA CLASE DOMINANTE !

¡ LOS VIOLENTOS SON LOS RACISTAS !

¡ UNA ÚNICA RAZA, LA RAZA HUMANA !

¡¡ NO SOBRAN INMIGRANTES, SOBRAN EXPLOTADORES !!

INMIGRANTES: BIENVENIDOS, INCORPORAOS A LA LUCHA DE CLASES

Participa en los piquetes informativos, pega carteles, reparte hojas. Difunde y vente al piquete del martes-29

¡Organízate en tu barrio!

2 comentarios

  1. Me alegro de que por fin se tomen acciones concretas respondiendo sin tantas dilaciones cuestiones que nos deberían unir a todos. Hacen falta más propuestas concretas sin pseudo coordinadoras que se agotan en declaraciones y diluyen en 4 dias

  2. En el Poligono de San Pablo quieren construir 4 mega bloques de 12 plantas, junto al esqueleto del Barrio C, en una zona que estaba prevista una zona verde. En el polígono vivimos casi 60.000 personas, está repleto de pisos cárceles, la piscina pública de 50 metros, la de saltos y una para niñas y niños están totalmente abandonadas y la que queda no se abre al público en verano. Tampoco tenemos zona verde. Con estas condiciones, el Alcade pretende expresar aún más el barrio con más de 400 viviendas en el que iba a ser nuestra zona verde. Hay una campaña en changes.org https://chng.it/wmVLBLb4QP
    También nuestro Barrio está HARTO

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