= MANIFIESTO DE BARRIOS HARTOS =
ACUDAMOS EN DEFENSA DE LO COMÚN

OCTUBRE DE LUCHA

Hace 3 años aproximadamente, Barrios Hartos se fundó desde varias Plataformas Vecinales denunciando que existen dos ciudades distintas dentro de Sevilla.

Una es la que se ve en los folletos publicitarios: preciosa, brillante y que no sufre. Es la Sevilla de las grandes casas, propiedad de los de siempre. Sevilla es la ciudad de todo el Estado donde en proporción hay mayor cantidad de casas y palacetes en manos de las mismas familias de siempre.

La otra es la que se vive en los barrios obreros, donde el paro se ceba en miles de familias, la que padece la falta de presente y futuro para los jóvenes, la que se desangra todos los días a base de trabajos precarios sin salarios dignos y sin horarios (que se lo pregunten a los camareros y las kellys), la Sevilla que es víctima de desahucios a manos de la banca criminal, que a la vez despide a miles de trabajadores y se hincha los bolsillos a base de comisiones a los ciudadanos con menos recursos. Es la Sevilla de los cortes de luz y la de los recibos que no se pueden pagar. La que tiene que elegir entre el sustento y el servicio básico de electricidad. Es la Sevilla de los centros de salud abandonados y los colegios sin recursos y con aulas con más alumnos que espacio para una educación de calidad.

A pesar de todo, la Sevilla de los barrios obreros es la que insufla diariamente vida a toda la ciudad: de ahí salen todos los días trabajadores y trabajadoras al centro para que los restaurantes y hoteles funcionen, para que se limpien las casas y las calles, para que las pocas fábricas que hay no paren y para que los servicios públicos funcionen.

Pero en la del centro, hay unos señores que todos los días se dedican a traficar con lo común y a dañarlo. Todos los días, traman para vender y destrozar lo público. No es nuevo, que no nos engañen. Esto pasa ahora con la derecha más rancia en la Gobierno de la Junta y pasó hasta hace poco con quienes durante largas décadas estuvieron al frente de la Junta. Unos están tratando de cerrar la venta en las mejores condiciones para los agentes privados, pero los otros fueron quienes iniciaron la operación. Desde entonces decenas de miles de millones de euros han ido a engrandecer la educación privada-concertada y la sanidad privada.
Esto lleva pasando años desde el Gobierno de la Junta de Andalucía, que más bien es el Gobierno de los ricos de Andalucía. Que nadie venga ahora a rasgarse las vestiduras. Ahí están las colas del hambre, la gente sin vivienda, viviendas sin gente, los jóvenes estudiando o buscando trabajo sin esperanza, los barrios obreros olvidados, etc.

En nuestra ciudad, a pesar de tener al frente a un personaje que se dice de izquierdas, Don Juan Espadas, quien hace poco se puso un sueldo de 90.000 euros al año, lo que depende del Ayuntamiento sigue contribuyendo al contraste al que nos referimos. Mientras en el centro hay un tranvía y unos servicios de transporte que cualquier turista ve y disfruta, en los barrios obreros se recortan paradas de autobuses, se dice que hay que acostumbrarse a más transbordos, que si la gente tiene que andar un poco más, que ande, etc. Este mismo contraste se ve en la limpieza de las calles. Esta misma política de cuidar y mimar lo que se ve y de tapar lo que sufre, se ve en los servicios sociales, que no cuentan ni con la décima parte de lo que necesita la ciudad con los 6 o 7 barrios más pobres de todo el Estado español y de Europa.

Nos indigna que frente a las necesidades de los barrios más humildes, la Junta de la derecha de los señoritos a caballo hable de Andalucía en Marcha. Pero nos indigna también que quienes se dicen de izquierdas en el gobierno local, lleven a un Cristo a Los Pajaritos para consolar y “dar esperanza” a quienes padecen las mayores lacras del sistema en lugar de ejecutar de una vez todos esos planes maravillosos sobre el papel de los que hablan en cada evento electoral. Ni llevan trabajo, ni fortalecen los servicios sociales y públicos ni garantizan la vivienda. También lamentamos la inexistencia del ejercicio de una oposición progresista municipal y autonómica en este sentido, que alce la voz ante las estratagemas de Juan Espadas urdidas con la santa iglesia para desviar la atención de la clase trabajadora en sus barrios.

¿A qué viene tanta propaganda y tanto “consuelo” religioso? Ahora Espadas anuncia que quiere entenderse con Bonilla. Para nosotros está claro que lo llevan haciendo décadas, y ese entendimiento es el que beneficia a la derecha y los intereses que defiende, es decir, proseguir con el desmantelamiento de los derechos sociales.

LA DIGNIDAD NO SE RINDE NUNCA. Estas semanas, además de una procesión en el barrio con más pobreza de todo el Estado, defendida y anunciada desde el Ayuntamiento, los movimientos sociales tienen citas importantes en defensa de lo común y los servicios públicos. Los días 16 y 23 de octubre están convocadas por Marea Verde y Marea Blanca sendas manifestaciones, que discurrirán por esas calles tan céntricas y tan bien cuidadas. Convocamos a los vecinos de nuestros barrios a movilizarse en la defensa de unos servicios públicos de calidad para que la voz de quienes luchan se oiga una vez más. Ni pudieron ni podrán jamás acallar las luchas de la clase trabajadora por su dignidad.
Lamentamos en esta ocasión que no haya sido posible realizar una movilización unitaria por unos servicios públicos de calidad y en defensa de los derechos y libertades. El desinterés mostrado por algunos de los implicados en la organización de este aspecto, no ayuda a contraponer una fuerza suficiente a la ofensiva de la que somos objeto. Esperamos sea posible concretarla en la marcha andaluza prevista en Sevilla el próximo 20 de Noviembre.

BARRIOS HARTOS continuará impulsando la unidad de acción de los trabajadores y vecinos en esa lucha por lo común. ¡Vamos a las calles!