Nos vemos en el pleno del ayuntamiento. 27 de julio
Rechazamos el enfoque policial del PP al frente del Ayuntamiento.
El problema de fondo, como señala la Subdelegación del Gobierno en Sevilla, son las deficientes infraestructuras eléctricas.
El asunto del fraude es de índole social y económico, cuyas raíces se hunden en el fango de la pobreza creciente que se constata en las estadísticas oficiales.
Debemos hacer rectificar al Sr. Sanz cuando señala que la solución al problema es policial. La policía ni va a traer solución a los graves problemas de paro, precariedad, recortes ni va a renovar las infraestructuras de suministro eléctrico.
El Sr. Sanz está conscientemente apuntalando los argumentos de Endesa al dejar en un segundo plano las deficientes instalaciones de los centros de transformacio
Endesa castiga a los barrios obreros sin renovar las infraestructuras
Su único fin es maximizar los beneficios, año tras año batiendo récords. El año 2022 arrojó 2400 millones de beneficios netos.
Endesa se escuda en los enganches ilegales para esconder el nefasto estado de las instalaciones
La Junta de Andalucía defiende y protege a Endesa frente a las movilizaciones de los barrios obreros.
El Consejero de Industria, Jorge Paradela, vuelve a contribuir a la estigmatización de.los barrios compuestos por familias trabajadoras, precisamente las que generamos toda la riqueza que circula en la sociedad, de la que gente como Paradela son meros parásitos y escuderos de los que amasan beneficios históricos.
El Gobierno Central debe nacionalizar el sector eléctrico, como un agente clave para el funcionamiento y desarrollo del país.
Las medidas impositivas tomadas no han servido. La factura eléctrica sigue siendo desorbitada, estando el Estado español por detrás de Alemania, Bélgica, Irlanda y Dinamarca, países obviamente con niveles salariales muy superiores a los que tenemos aquí.
Las eléctricas en España tienen márgenes de beneficios por encima del 18%. La media Europea es del 10%
La expropiación de las eléctricas es un deber inexcusable, así como que se coloquen bajo control de los trabajadores, quienes realmente conocen cómo mejorar y desarrollar las infraestructuras, de espaldas a la búsqueda de beneficios privados.