Del robo de aires acondicionados a los cortes de luz en nuestros barrios

El pasado 28 de julio, varios diarios en papel y digitales (As, La vanguardia, Sevilla actualidad, HuffPost, etc) informaban sobre los robos de aparatos de aire acondicionado en el Instituto público IES Salvador Távora y en una guardería, ambas en el barrio sevillano de Rochelambert. Todos los artículos citados dan una explicación a estos hechos: se trataría de robos realizados por narcotraficantes para substituir los rápidamente desgastados equipos que usan en sus cultivos ilegales de marihuana en interior. El titular del artículo de Noelia Álvarez en As llega a decir: “Desaparecen los aires acondicionados de un instituto en Sevilla y reaparecen a pleno rendimiento en el sitio más inesperado”. 

Lo que llama la atención de estos artículos es su tendenciosidad, que se sale totalmente de cualquier norma de deontología periodística. Los aires acondicionados no han reaparecido, ni a pleno ni a medio rendimiento, “en el sitio más inesperado”. La realidad es que siguen en paradero desconocido. Por muy plausible que pueda ser la suposición de que han sido robados para su uso en cultivos de marihuana, no hay ninguna prueba de ello. Se trata de la posible explicación que ha dado la policía. Es correcto mencionar esta fuente, y es una fuente fiable, pero no se puede dejar de señalar que por ahora es sólo una hipótesis. Ningún aparato ha sido aún localizado.

Desde luego, estos robos son de interés periodístico. En plena ola de calor, cuando aún no se aplica la Ley andaluza de Bioclimatización de los centros educativos, de pronto se roban los aires acondicionados de un instituto público y una guardería. Entendemos que se consideren noticia y se publiquen incluso en medios fuera de Sevilla. Pero sospechamos que la razón de la difusión de esta noticia es otra. 

Diario de Sevilla, As, La Vanguardia, etc, en sus respectivos artículos vinculan estos robos con los cortes de luz que se sufren habitualmente en los barrios obreros de Sevilla. No sólo dan por confirmada la hipótesis sobre el móvil del robo, sino que también dan por confirmada la explicación de los frecuentes cortes de luz por los cultivos de marihuana. Precisamente la explicación que ofrece continuamente Endesa (con la colaboración del Consejero de Industria de la Junta de Andalucía, señor Paradela). La explicación que Endesa quiere hacer creer que ha confirmado mediante una auditoría realizada por una empresa que es su colaboradora habitual, una auditoría anunciada en la mesa de los cortes de luz que reunía regularmente a Endesa, Junta, Ayuntamiento, Subdelegación del Gobierno y organizaciones vecinales, incluyendo Barrios Hartos, una mesa que no se reúne desde hace más de un año. El problema es que cuando la auditoría llegó, lo único que Endesa hizo público fue un “resumen” de conclusiones; ni nosotros ni ninguna institución pública ha recibido tal auditoría. 

El día , ABC publicó la noticia de que los cortes de luz han disminuido un 47% tras las redadas policiales en el Polígono Sur, donde el consumo eléctrico cae un 40% cuando hay actuación policial. En Internet lo acompañan con un busto parlante de Adriano creado con CGI diciendo que esto demuestra que Endesa tiene razón. No hay ningún otro periódico que refleje estas cifras (el artículo que las expone está protegido de la lectura, sólo es válido para suscriptores de pago).

Es imposible no sacar la conclusión siguiente: detrás de estas noticias no está el interés periodístico sino el interés de Endesa por mantener vivo su relato de lo que año tras año sufren miles de familias en los barrios obreros de Sevilla: que los cortes de luz no son su responsabilidad por su incapacidad o su renuencia a realizar las inversiones necesarias para renovar unas instalaciones tan vetustas, sino que se deben a los enganches ilegales y el cultivo de marihuana. Pasan olímpicamente de la legalidad que les obliga a suministrar potencia equivalente a la necesitada por la población del barrio (ellos se ajustan al número de contratos), no invierten más que en parchear instalaciones que se caen (o arden) de viejas. Achacan a los cultivos de marihuana la responsabilidad, pero, como nos han confirmado oficialmente fuentes de Subdelegación, Endesa no ha cursado una sola denuncia por esta causa ante la policía. 

Y llegamos a una constatación. La mayoría de medios de comunicación no se están esforzando por encontrar la verdad, sino por quedar bien ante sus patrocinadores y anunciantes. No revelaremos el medio ni el periodista, pero en una entrevista se nos dijo una vez que iban a intentar publicar el texto, pero que tengamos claro que en redacción al artículo se le añadirá un último párrafo exculpando a Endesa y voceando de nuevo su versión de los hechos. A ésto es lo que algunos llaman “libertad de expresión”. 

Barrios Hartos reiteramos lo que el vecindario que sufre año tras año cortes de luz cada vez que hace mucho frío o demasiado calor, lo que miles gritaron en las calles el pasado 8 de junio: la razón de los cortes es la falta de inversión de Endesa en la infraestructura eléctrica en los barrios obreros. La razón de esta falta de inversión es que no les resulta rentable; cuando hay un corte en el Centro o en otro barrio pudiente, lo arreglan en horas. Esto es porque Endesa, empresa privatizada, sólo se preocupa de sus accionistas y no de ofrecer un servicio apropiado. La solución es la renacionalización de Endesa y su puesta en funcionamiento bajo control de los trabajadores y los usuarios. Que los cultivos de marihuana y la delincuencia que los rodea en nuestros barrios no tiene que ver con los cortes de luz, pero es un problema grave, causado por el abandono en que estamos sumidos por el ayuntamiento y otras instituciones. Que son medidas sociales que restauren el tejido social en el barrio y no medidas policiales las que pueden resolver este problema. 

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