Autor: Pepe Verdón
Si no lo impedimos, en pleno siglo XXI,en democracia, con una Constitución que
sanciona el derecho a la vivienda,en la calle Verdad, un lugar de Andalucía de los
menos equipados y más pobres de europa, la injusticia arroja a la calle a familias con
hijos menores, algunas monoparentales.
La injusticia es implacable, cruel y criminal. Para el capitalismo la vivienda es una
mercancía, no un derecho. Sean los promotores de viviendas, los bancos hipotecarios
o los fondos buitres, es decir todos ellos inmersos en la corrupción política, una
judicatura ultraconservadora y unos cuerpos represivos dispuestos al empleo ciego de
la fuerza.
Un desahucio social e institucional contra personas trabajadoras, humildes y
vulnerables. Unos niños que pueden perder de la noche a la mañana sus colegios,
calles de juegos, amigos y cuya primera experiencia estigmatizante será un desalojo
forzoso, junto a sus padres y vecinos. Quizá la cosa quede ahí como en miles de
hechos similares. En alguna ocasión hubo alguien que no pudo sobreponerse y
decidió subirse a lo más alto y acabar con tanta presión y desprecio a sus derechos.
Mejor que no suceda, para no conocer más hipocrecías y lavados de manos. Van a
pasar 2 meses de angustia, que es el plazo ejecutorio.
Ante este desahucio ya tenemos agriada las fiestas de fin y año nuevo. Mi carta a
los magos será que las 11 familias estén unidas como una sola. Que todos los
Palmetes y gran parte de Sevilla diga “basta Ya”, aparezca una solidaridad cuyo lema
sea: Hoy por mí, mañana por ti. Los jueces y fuerzas del desorden tuvieran una
pesadilla antes de dormir y vieran sus propias caras y la de sus hijos en los
desahuciados. ENVISESA debe rescatar estas viviendas de protección oficial,
incorporándolas a su parque público y evitar el desahucio por motivos de justicia y
humanidad.
NO AL DESAHUCIO
COLECTIVO CULTURAL “AIRE LIBRE”
