San Juan de Aznalfarache: Un caso ilustrativo de complicidad institucional contra los barrios obreros

El pasado 2 de septiembre, la Alcaldesa de San Juan de Aznalfarache, consiguió «¡por fin!» cortar la luz, sin aviso alguno, a más de 500 personas, según anunció ella misma en redes sociales.

A primera hora de la mañana, operarios de Endesa recibieron la orden de proceder con la desconexión del suministro, acompañados de un dispositivo policial propio de un campo de batalla. A partir de ese momento familias con niños menores (algunos de pocos meses), ancianos, enfermos oncológicos, con problemas de respiración y otras personas vieron reducidas sus casas a lugares inhabitables.

Parte del dispositivo desplegado en la mañana del 2 de septiembre

La alcaldesa de Endesa

Esto convierte a la Sra. Moya, en una marioneta de Endesa, en la defensora de sus intereses directos. No está sola desde luego. En capitales como Sevilla conocemos este rol, aunque en el caso de San Juan se ha visto algo excepcional.

Una representante de un pueblo que procede de esta manera es un peligro público nº 1. Lo que cualquiera hubiera esperado es que ante esta situación (hablamos de más de 200 viviendas), es que la principal representante del pueblo se hubiera personado para oponerse a tal medida. Una ensoñación, visto lo visto. Por el contrario, la primera edil celebró la medida promovida desde la propia alcaldía.

Nadie con mando en el equipo de gobierno municipal se ha presentado a dar ni una sola explicación. Su estrategia es tratar a las personas de un barrio vulnerable como si de personas sin derecho alguno a la vida se trataran. Su mensaje es claro: la gente de este barrio, toda ella, merece ser sitiada, amenazada y empujada a abandonar la zona. Quién sabe qué intereses hay detrás de esta operación, además de los inmediatos de Endesa.

Por otro lado, la compañía ahora se está dedicando a exigir condiciones para el reenganche inasumibles para los vecinos. En la mayoría de los casos implica no sólo boletines renovados sino también el pago del «derecho de extensión de la potencia». Para que se sepa y quede claro: hablamos de unos 1000 € por familia, sin garantía de nada. Sin embargo, el equipo de gobierno sigue con su celebración.

Desde Barrios Hartos llamamos a los vecinos y a toda persona de conciencia de San Juan a no resignarse ni callar ante tal tipo de inhumanidad. Tal vez la Sra Alcaldesa, cuyo partido apoya el genocidio sionista en Gaza, es defensora de estos métodos salvajes y se ha inspirado tanto que lo ha llevado a escala municipal.

La pobreza la genera y la alimenta el sistema

La pobreza y el abandono de muchos barrios obreros es un crimen generado por el sistema capitalista tanto defiende la derecha y algunos que se dicen de izquierdas.

No se elige ser pobre, estar enfermo y ni siquiera vivir en una zona vulnerable (al menos en la mayoría de los casos). Pero la señora alcaldesa sí ha elegido tratar a parte de sus convecinos como animales a los que sacrificar ante el altar de los beneficios multimillonarios de una empresa privada que todos los años es multada por estafas por los jueces y la CNMC.

Vecinos que no se resignan

Las cuentas le salen en el momento en que pagan menos multas que beneficios sacan con el abandono y las tropelías. Por eso decimos, que los CRIMINALES SON ENDESA y SUS CÓMPLICES. La Sra Moya se ha ganado la medalla de oro entre todos ellos. El pueblo debe encontrar la manera de deshacerse de semejantes «representantes» que no pueden poner más alto el listón de inhumanidad y rastrerismo ante el gran capital.

Por cierto, los vecinos solicitaron de urgencia medidas cautelares al juez de guardia pidiendo el restablecimiento inmediato del servicio, por causas humanitarias. Pues el humanitarismo sigue en un cajón casi 2 semanas después. Y ya veremos si sale.

Solidaridad y apoyo mutuo en la lucha

Aquí dejamos constancia de la otra cara de la situación. La solidaridad y la conciencia organizada colectivamente frente a la barbarie.

Afortunadamente hay vecinos con capacidad de ponerse al frente de esta lucha de resistencia, que tratan de renovar sus herramientas de combate por la dignidad. Por eso el día 4 se convocó, junto a Barrios Hartos, una asamblea vecinal en la que se constató que en el barrio hay voluntad de contestar a estas agresiones. La consciencia de saber a qué clase pertenecemos y por qué nos hacen esto, se levanta como un muro para los planes de las multinacionales, especuladores e institucionalistas cómplices.

Dejamos algunos vídeos y fotos. El primero es de solidaridad desde los barrios obreros de Sevilla.

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